Realizar un luminoso, como los que llevamos a cabo en Visual Sign, no es una tarea nada fácil ya que hay que tener en cuenta un amplio número de factores para conseguir que aquel cumpla de la manera más eficaz y eficiente con el objetivo que se le ha encomendado: ejercer como imagen corporativa y permanente de una empresa.
Luminoso en ubicación visible
Para ello, se hace necesario que profesionales del campo de la rotulación tomen las riendas y diseñen y fabriquen un rótulo de este tipo que no caiga en ninguno de los errores más perjudiciales para aquel y para su objetivo. En concreto, estas son algunas de las principales meteduras de pata que pueden “boicotear” a nuestro luminoso:
- No es bien visible. El no dotarle de la iluminación necesaria o el que no se ubique en una zona que sea perfectamente visible desde diferentes puntos de vista puede traer consigo que el rótulo no pueda ejercer como un mecanismo de promoción y publicidad permanente de nuestro negocio.
- Letras incomprensibles. En ocasiones el querer optar por una tipografía diferente es lo que ocasiona que finalmente se elija un estilo que no es comprensible por el ciudadano.
- Pequeño tamaño. El querer ahorrar dinero en la inversión de realizar un luminoso puede originar que nos decantemos por un rótulo de escasas dimensiones. Eso supondrá que el viandante no pueda apreciarlo nítidamente y pase desapercibido.
Luminoso con tipografía legible
A grandes rasgos estos son algunos de los errores más frecuentes en los que se suele caer cuando se está realizando un luminoso. Hay que cuidar todos los detalles al milímetro para evitar que estos aparezcan y nos encontremos con unos rótulos absolutamente carentes de utilidad.
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